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Glaucoma

 

El glaucoma es la segunda causa principal de ceguera en los Estados Unidos y la mitad de las personas que tienen glaucoma no saben que tienen la enfermedad y no son conscientes de que se están quedando ciegas.

El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico, que conecta el ojo con el cerebro. Es como un cable eléctrico con un millón de hilos, cada uno de los cuales lleva información única. Si tiene glaucoma, está perdiendo o ha perdido varios de esos hilos o, Fibras del nervio óptico.  Cuando se pierden fibras del nervio óptico, se pierde una parte de la imagen del mundo tal como lo vemos. El cerebro intenta cubrir el defecto rellenando el hueco con una imagen similar a la que lo rodea. Como el cerebro es tan bueno en esto, el defecto del campo visual es difícil de detectar para el paciente. Uno de los mayores riesgos de desarrollar glaucoma es la presión elevada del líquido dentro del ojo, presión intraocularSin presión intraocular (PIO), el ojo colapsaría y fallaría. La presión se crea por la formación de humo acuosoa Dentro del ojo. El acuoso se produce veinticuatro horas al día y nunca se detiene. Por lo tanto, debe drenar desde el ojo hacia las venas del ojo. El drenaje no puede estar completamente abierto o no habría presión y el ojo colapsaría, por lo que el drenaje debe ofrecer cierta resistencia al flujo de salida. Milagrosamente, el drenaje es similar a una esponja. El acuoso puede moverse a través de los huecos de la esponja, pero las fibras de la esponja impiden su avance lo suficiente como para mantener la presión en una zona segura estrecha, por lo general. En algunas personas, el flujo de salida no es suficiente para mantener la presión normal y la presión aumenta. Esta condición se conoce como hipertensión ocular.  El mayor riesgo de desarrollar glaucoma es la hipertensión ocular. Si se determina que la presión intraocular es demasiado alta para mantener un nervio óptico sano, se debe iniciar un tratamiento para prevenir daños.

En la actualidad, las únicas opciones de tratamiento eficaces que tenemos son aquellas que reducen la presión intraocular. Esto se logra mediante el uso de medicamentos, generalmente en forma de gotas para los ojos o cirugía. Las gotas para los ojos actúan retardando la producción de humor acuoso y/o aumentando su drenaje. La cirugía puede consistir en cualquier cosa, desde un procedimiento láser extraocular común hasta una cirugía intraocular complicada en la que se implantan sofisticados stents o derivaciones en el ojo para mejorar el daño del humor acuoso del ojo.

En muchos casos, el tratamiento se inicia antes de que se produzca un daño mensurable en el nervio óptico. Pero, como ocurre prácticamente con todos los tratamientos médicos, existe un inconveniente. Por eso, la decisión de iniciar el tratamiento no se toma a la ligera, incluso si implica algo aparentemente tan menor como usar gotas para los ojos una vez al día. En caso de que el primer modo de tratamiento no consiga reducir la PIO, se iniciará un nuevo plan de tratamiento.

Independientemente del modo de tratamiento, es imprescindible que el paciente siga el plan. El éxito de cualquier plan de tratamiento depende en gran medida de la capacidad del paciente para cumplirlo.

Otros servicios:

Médicos especialistas en cirugía de glaucoma

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