Degeneración macular: 4 mitos que debemos evitar ahora
La degeneración macular es un término que la mayoría de las personas han oído antes, pero muchos no saben lo común que es en realidad. La degeneración macular (o degeneración macular relacionada con la edad) es la principal causa de pérdida de visión entre los adultos mayores de 50 años. La afección afecta aproximadamente a 10 millones de estadounidenses, lo que, como dato curioso, es más que el glaucoma y las cataratas juntos. También se ha dicho que aproximadamente 196 millones de personas serán diagnosticadas con esta enfermedad para el año 2020.
Entonces, ¿qué es la degeneración macular y cómo afecta la vista? La afección provoca una degradación de la mácula, una pequeña zona de la retina que resulta fundamental para ver con claridad los detalles finos. Esta degradación afecta a la visión central (que es necesaria para tareas como leer y conducir), lo que provoca problemas como visión borrosa y distorsión.
En realidad, existen dos tipos de degeneración macular: la forma seca, que es la más común, y la forma húmeda. La forma seca es causada por el envejecimiento y el adelgazamiento de los tejidos de la mácula y, por lo general, conduce a una pérdida gradual de la visión. La forma húmeda representa aproximadamente el 10% de todos los casos y se produce cuando los vasos sanguíneos anormales dejan escapar líquido o sangre, lo que provoca puntos ciegos. El Dr. Semple afirma: "La forma húmeda es en realidad una complicación de la forma seca y se superpone a la degeneración seca causada por el envejecimiento. La forma húmeda suele ser mucho más avanzada y conduce a una pérdida de la visión más rápida y grave".
Si bien la edad suele ser un factor de riesgo importante para padecer degeneración macular, existen otros factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollarla, como el tabaquismo, los antecedentes familiares, la genética y la raza. De hecho, la degeneración macular es más común entre los caucásicos que entre los de otras ascendencias.
Si bien se sabe mucho sobre esta enfermedad común, existen muchos mitos que debemos evitar.
Mito #1: Puede provocar ceguera.
No siempre es así. Existen muchos tratamientos disponibles que ayudan a prevenir el avance de la enfermedad, incluidos cambios básicos en el estilo de vida. La degeneración macular se presenta con mucha menor frecuencia en aquellas personas que evitan fumar, hacen ejercicio regularmente, mantienen niveles saludables de presión arterial y colesterol y consumen una dieta saludable rica en vegetales de hojas verdes y pescado.
Mito #2: Es sólo para personas mayores.
Si bien la degeneración macular generalmente se observa en adultos mayores de 50 años, puede diagnosticarse en personas de tan solo 20 años.
Mito #3: Sabrás si lo tienes.
A menudo, la degeneración macular no se nota en las primeras etapas de la enfermedad. De hecho, la mayoría de las personas no experimentan pérdida de visión, por lo que los exámenes oculares periódicos son fundamentales.
Mito #4: No se puede tratar.
Si bien actualmente no existe cura para la degeneración macular, ciertos tipos de la enfermedad pueden tratarse con medicamentos que bloquean el crecimiento de vasos sanguíneos anormales. Con los tratamientos actuales, se puede mantener una visión útil en pacientes con la forma húmeda de degeneración macular, afirma el Dr. Semple.
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